lunes, 27 de abril de 2009

Poesía de un homo ludens

Los amantes

¿Quién los ve andar por la ciudad si todos están ciegos?
Ellos se toman de la mano: algo habla entre sus dedos,
lenguas dulces lamen la húmeda palma,
corren por las falanges,y arriba está la noche llena de ojos.
Son los amantes,

su isla flota a la deriva hacia muertes de césped,
hacia puertos que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben que mientras ruedan en su amarga arena
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.
Amanece en los carros de basura,

empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se miran y se tocan una vez más antes de oler el día.
Ya están vestidos, ya se van por la calle.
Y es sólo entonces cuando están muertos,
cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.

"Volvé, Cortázar,
volvé.
Total, ¿qué te cuesta?"

(Grafitti en un muro de Buenos Aires).
Este blog es un homenaje a una de esas personas por las que me da orgullo ser argentina.Una reverencia al gran Julio: pasen, vean...

Capítulo 7 de Rayuela


"Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha al mismo tiempo fue el no aceptar las cosas como dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra "madre" era la palabra "madre" y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mi un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba."
J.C.